En el Santuario del Señor de Zelontla se rinde culto a una escultura de encino, quizá del siglo XVII que representa a Jesús, el buen pastor, pero que originalmente pudo haber sido un Cristo doliente.
La devoción popular le ha colocado un sombrero de fieltro y una lampara de carburo, como la que usaban los mineros. cuenta una leyenda que la la escultura fue encargada a España, desde donde arribo a Pánuco. Iba en camino a la Ciudad de México cuando, al pasar por Real del Monte sus portadores pidieron posada para pernotar en la casa de Don Nicolas Munguia. Al día siguiente cuando intentaron cargar la escultura esta pesaba tanto que no lograron moverla. La imagen tuvo que quedarse en Real del Monte, donde se construyó una capilla.
Consta del templo, la capilla y una pequeña bodega, la superficie ocupada por el atrio se utilizo para colocar una escalinata que cubre todo el frente. Es de una sola nave, de mampostería con revestimiento de cañón seguido y piso de mosaico.
